Al fin llegaron! Tanto esperar por ellas, aquí están, con su carga emocional extra. Porque no vamos a negar que las vacaciones, si bien son un tiempo de descanso, también tienen su cuota de carga emocional extra. Tantas ilusiones puestas en su llegada, tantos planes dejados para esta época, tanto cansancio depositado en nuestro cuerpo y mente (sin dejar de lado emociones) pensando en las tan ansiadas vacaciones... que cuando llegan no sabemos qué hacer con ellas. O cómo hacer con ellas, para que nos duren más tiempo, para estirarlas como elástico, para que quepa en estas pocas semanas todo, y vuelvo a escribir "todo", lo que fuimos dejando para este momento.
Comenzamos: La primera semana se pierde durmiendo. Descansando el cuerpo, intentando que se encuentre consigo mismo y volver a conectarnos nosotros con nosotros mismos. Y así se pasa la primera semana. Que, en mi caso, se me perdió porque era la semana anterior a la Navidad. Entonces, de cabeza a preparar todo para las fiestas, pensar en los regalos, las comidas, las reuniones... Y llega la Navidad, y se va, y ya estamos en las puertas del Año Nuevo, con la carga extra (¡otra más!) que trae consigo de planes, dietas, cambios de hábito (y no estoy hablando precisamente de la película) y afines. Y eso nos ocasiona más cansancio todavía. Entonces, una semana que se nos fue y otras dos que ocupamos con las fiestas, suman tres. Y todavía no nos tomamos la semana de descanso. O sea, que cuando nos paramos a pensar, ya casi estamos a fines de enero!!! Y nos volvemos locos porque se nos fue el primer MES de vacaciones sin darnos cuenta. Y sin descansar nada, que es peor. Pero así son las matemáticas. Y ya pisando febrero, nos damos cuenta de que no hemos hecho nada de todo lo que habíamos planeado hacer. Y peor aún, todo lo que metimos de apuro (herramientas, apuntes, hojas y más hojas, y una larga lista de etcéteras) en un cajón o armario, sigue ahí, sin clasificar ni depurar, lo que indica que cuando volvamos al trabajo, todo estará tal cual lo dejamos. Y todavía no nos tomamos la semana de descanso.
Me pregunto... ¿Para qué son las vacaciones? Y termino convencida de que la respuesta... Se me fue de las manos, al igual que las vacaciones.
Sonrisas!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario