Demasiado bueno. Me estaba haciendo falta recibirlo, una pena que estemos más concentrados en el “tener” y el “aparentar” que en el verdadero SER, como somos, humanos, frágiles, de palabra, con valores que escondemos porque a los demás (creemos / pensamos) no les importan o no los valoran. Me hacía falta, repito, para sacarme un poco de la alocada carrera en la que estoy metida, luchando conmigo misma como único enemigo, con miedo al futuro y sin vivir el presente por ese mismo miedo, sin disfrutar de los atardeceres, de dejarme mojar por la lluvia, de cortar una flor salvaje, de esas que cortaba cuando era chica para hacer ramitos.
Me enojo conmigo misma por ser tan tonta. ¿No será que el enemigo, el “otro”, somos nosotros mismos?
Namaste
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