05 octubre 2011

Relaciones en la Nueva Era, relaciones karmicas, relaciones sanadoras, almas gemelas...


En esta Nueva Era las relaciones experimentan la mayor transformación.
Las relaciones son casi siempre el origen de las emociones más profundas dentro de ustedes, yendo desde una enorme alegría hasta la angustia profunda. En las relaciones ustedes pueden volverse conscientes de un dolor interno que es esencialmente mucho más viejo que la relación misma, incluso más viejo que su existencia humana.

En esta era, se los invita y a menudo se los desafía a que logren una auto sanación profunda en el campo de las relaciones. Debido a la nueva energía que se está presentando ahora, es posible transformar los elementos destructivos de una relación a un flujo de energía positivo, equilibrado entre ustedes y la otra persona. Sin embargo, sanación y transformación personal puede también significar que ustedes dejarán relaciones en las cuales no puedan expresarse adecuadamente. Esto frecuentemente significa que, incluso si aman a alguien profundamente, tendrán que decir adiós, porque su propio camino interior los lleva a un lugar diferente. Ya sea que conduzca a renovación o a separación en una relación, son desafiados a enfrentar los problemas más profundos en esta área del vínculo personal. El llamado del corazón, de la energía basada en el corazón que señala la Nueva Era, ha entrado a sus vidas cotidianas y ustedes nunca más pueden evadir la nueva energía.
Para explicar por qué las relaciones pueden herirlos tanto y trastornar sus vidas completamente, me gustaría decir algo acerca de un dolor antiguo que ustedes llevan dentro de su alma. Es un dolor que es muy viejo, mucho más viejo que esta vida, más viejo incluso que todas sus vidas anteriores en la tierra. Quiero llevarlos a tiempos pasados hacia su dolor original del nacimiento como un alma.
‘Por aquel entonces’ todo era entero e indiviso. ¿Pueden ustedes imaginar esto? Dejen que su imaginación viaje libremente por un momento. Sólo imaginen: ustedes no están en un cuerpo, ustedes son pura consciencia y son parte de un enorme campo de energía que los rodea de un modo confortable. Ustedes sienten que son parte de esta unidad y que están siendo abrigados sin condiciones. Sientan cómo este campo de energía los circunda como un manto inmensamente confortable, como una energía abundantemente amorosa que les permite explorar y desarrollarse libremente, sin dudar jamás de ustedes mismos o de su derecho intrínseco a ser quienes ustedes son. Nada de ansiedad, nada de temor. Esta sensación de comodidad y seguridad constituía las condiciones anteriores al nacimiento de la cual ustedes emergieron como un alma individual. Era un útero cósmico. Incluso si está muy apartado de su estado actual, sus corazones aún ansían esta sensación de integridad y de entereza, el sentimiento de absoluta seguridad que ustedes experimentaron en aquel manto de amor y de benevolencia. La sensación de unidad que ustedes recuerdan era Dios. Juntos en este manto de amor ustedes constituyeron a Dios.
Dentro de esta consciencia divina, o ‘manto de amor’, en un algún momento se decidió crear una nueva situación. Es muy difícil expresarlo con palabras humanas, pero tal vez ustedes puedan imaginar que en Dios, esta consciencia de unidad, hubo un anhelo por ‘algo diferente’, algo más que unidad. Hubo, por decirlo así, un deseo de experiencia. Cuando ustedes están completamente asimilados dentro de la totalidad del ser puro, ustedes no experimentan cosas…… ustedes simplemente son. A pesar del éxtasis y de la total seguridad en este estado del ser, había una parte de Dios, una parte de esta consciencia cósmica, que quiso explorar y evolucionar. Esta parte ‘partió de sí misma’.
Ustedes son esta parte de Dios. Su consciencia alguna vez ha estado de acuerdo con este experimento de partir de la unidad y volverse un ‘Yo’, una entidad en sí misma, una consciencia individual definida. Este fue un paso enorme. Desde el fondo de su ser ustedes sintieron que esto era algo bueno. Ustedes sintieron que el deseo de creatividad y de renovación era una aspiración positiva y valiosa. Sin embargo, en el momento en el que ustedes realmente partieron del campo de unidad, hubo dolor. Por primera vez en su recuerdo, por primera vez en su vida, hubo profundo dolor. Ustedes fueron soltados de un reino de amor y seguridad que había sido completamente patente para ustedes. Este es el dolor del nacimiento al cual yo me referí. Incluso durante esta primer experiencia intensa de desolación, algo en su ser más íntimo les dijo a ustedes ‘que todo estaba bien’, que ésta era su propia elección. Pero el dolor fue tan profundo que, en las capas más externas de su ser, ustedes se vieron confundidos y desorientados. Se hizo totalmente difícil mantenerse en contacto con el conocimiento interior más profundo, el nivel interno en el cual ustedes son Dios, y ustedes saben ‘que todo está bien’.
A la parte atormentada que surgió en aquella época yo la llamo el niño interior. Su alma, su individualidad única, lleva dentro los extremos de por un lado el conocimiento divino puro y por otro lado un niño cósmico traumatizado. Esta unidad de Dios y Niño, de conocimiento y de experiencia, se puso en marcha en un largo viaje.Ustedes partieron como un alma individual. Ustedes comenzaron a investigar y a experimentar cómo es ser un ‘Yo’, un individuo definido.
Dios había transformado una parte de él/ella misma en un Alma. El alma necesita de la experiencia para encontrar de nuevo sus orígenes divinos. El alma necesita estar viva, experimentar, descubrir, autodestruir y recrear… para sentir quién es verdaderamente él/ella, a saber Dios. Lo patente de ser uno y total se había hecho pedazos y tenía que ser recobrado a través de la experiencia. Esto en sí mismo fue una gran proeza de creatividad. ¡El nacimiento del Yo-consciencia fue una clase de milagro! Nunca había existido antes.
Con frecuencia, ustedes tratan de trascender los límites de su yo-idad para experimentar la integridad y la unidad otra vez. Ustedes podrían decir que es la verdadera aspiración de su búsqueda espiritual. Pero consideren esto por un momento: desde el punto de vista de Dios, es la yo-idad, el estado de separación, ¡lo que constituye el milagro! El estado de ser UNO era la situación normal, ‘como siempre había sido’. Dentro del milagro de ser un alma individual, yacen escondidos una inmensa belleza, alegría y poder creativo. La razón por la cual ustedes no lo experimentan de ese modo es que ustedes aún están luchando con su dolor del nacimiento como un alma. En algún lugar profundo dentro de ustedes aún resuena el grito primordial de angustia y de traición: es el recuerdo de ser separado de su Madre/Padre, de su manto omnipresente de amor y de seguridad.
En su viaje a través del tiempo y de la experiencia, ustedes han pasado por tantas cosas. Ustedes han probado todas las clases de formas diferentes. Hubo verdaderamente algunas encarnaciones en las cuales ustedes no tuvieron la forma del cuerpo humano, pero eso no es muy relevante ahora. Lo que me interesa en este contexto es que, a lo largo de esta muy larga historia, ustedes fueron guiados por dos motivos diferentes. Por un lado estuvo el deleite por exploración, creación y renovación y por el otro lado estuvo la nostalgia, la sensación de ser despedido del paraíso, y una abrumadora soledad.
Con la parte aventurera y progresista de ustedes mismos, la energía que los impulsó fuera del útero cósmico, ustedes han experimentado y creado mucho. Pero debido al dolor del nacimiento y a la nostalgia que llevan dentro, también tuvieron que tratar con mucho trauma y desilusión. Por lo tanto sus creaciones no fueron siempre benevolentes. Durante sus viajes a través del tiempo y del espacio ustedes han hecho cosas de las cuales más tarde se han arrepentido. Cosas que ustedes podrían llamar ‘malas’ (entre comillas). Desde nuestra perspectiva, estas acciones simplemente fueron el resultado de la determinación a ‘zambullirse dentro de la experiencia’ y a aventurarse dentro de lo desconocido. Ustedes ven, tan pronto como ustedes deciden volverse un individuo, escaparse de la integridad patente, ustedes no pueden experimentar solamente luz. Ustedes tienen que descubrir todo otra vez. Por lo tanto también experimentarán la oscuridad. Ustedes experimentarán todo lo que es, hasta todos los extremos.
En su punto actual de evolución, ustedes llegan a comprender que todo se levanta o se cae con el poder de abrazar verdaderamente su ‘yo-idad’. Se trata de abrazar verdaderamente su propia divinidad y desde ese conocimiento de sí mismo, experimentar alegría y abundancia. En el momento de su nacimiento cósmico, el momento en el que la desolación y el dolor los envolvió, ustedes comenzaron a sentirse diminutos e insignificantes. Desde aquel momento en adelante, ustedes comenzaron a buscar algo que pudiera salvarlos. Un poder o fuerza fuera de ustedes, un dios, un líder, una pareja, un hijo, etcétera. En el proceso del despertar que ahora están experimentando, ustedes se dan cuenta de que la seguridad esencial que están buscando no va a ser hallada en nada fuera de ustedes, ya sea una pareja, un amante, o un dios. Por más fuerte que este anhelo o nostalgia pueda ser ‘disparado’ en una relación particular, ustedes no encontrarán esta seguridad esencial ahí, ni siquiera en la relación con Dios.
Porque el Dios en el que ustedes creen, el Dios que ha sido transmitido a ustedes por la tradición y por quienes aún influencian pesadamente su percepción, es un Dios fuera de ustedes. Es un Dios quien traza las cosas por ustedes, quien despliega el camino por ustedes. Pero ese Dios no existe. Ustedes son Dios, ustedes son esa parte creativa de Dios quien decidió seguir su propio camino y experimentar las cosas de un modo totalmente diferente. Ustedes confiaron en que serían capaces de sanarse la herida primordial del nacimiento. Podrían decir que la energía expansiva de exploración y de renovación es una energía masculina, mientras que la energía de unificación, de unión mutua, la energía del Hogar, es femenina. Ambas energías pertenecen a la esencia de quienes ustedes son. Como un alma ustedes no son ni masculino ni femenino. Esencialmente, ustedes son ambas cosas: masculino y femenino. Ustedes comenzaron su viaje con estos dos ingredientes. Y ahora ha llegado el tiempo de permitirles a ellos trabajar juntos en armonía, lo cual significa experimentar verdaderamente la totalidad en ustedes mismos. Después de haber negado su propia grandeza por tanto tiempo, ustedes finalmente comenzarán a darse cuenta de que no hay otra alternativa más que ser el Dios que ustedes están anhelando.
Éste es el último descubrimiento hacia la iluminación: comprender que ustedes mismos son el Dios tras el cual están suplicando. No hay nada fuera de ustedes que pueda llevarlos hacia el corazón de su propio poder, de su propia totalidad. Ustedes son eso, ustedes son lo único, ¡y siempre han sido lo único! Ustedes siempre se han estado esperando a ustedes mismos.
Encender dentro la llama del conocimiento de sí mismo trae consigo tal alegría, tal sensación profunda de retorno, que esto pone a todas sus relaciones dentro de una nueva perspectiva. Por ejemplo, se sienten menos preocupados por las cosas que otras personas les dicen. Si alguien los critica o desconfía de ustedes, ustedes no lo toman automáticamente como algo personal. Se sienten menos afectados o menos ansiosos por reaccionar. Liberan más fácilmente y la necesidad de defenderse, tanto a sí mismo como a otra persona, se retira. Cuando ustedes son fácilmente afectados emocionalmente por lo que otra persona piensa de ustedes, esto indica que, internamente, hay un desprecio de sí mismo que les hace dar crédito a las opiniones negativas de los demás. Ustedes no resuelven este desprecio de sí mismo generando un conflicto con el otro, sino solamente yendo adentro y entrando en contacto con las heridas emocionales dentro de ustedes mismos. Éstas son mucho más antiguas que este específico momento de rechazo.
En realidad, todo el dolor del rechazo, todo el dolor de las relaciones, vuelve atrás hacia el dolor original no sanado. Puede parecer que aquí estoy dando un enorme paso, porque en las relaciones hay toda clase de situaciones complejas que parecen indicar que la causa yace más cerca. Puede parecer que su dolor es provocado por algo que su pareja ha hecho o no ha hecho. Puede parecer como si algofuera de ustedes causara el dolor. Y por lo tanto ustedes piensan que la solución a sus problemas yace en el comportamiento del otro. Pero déjenme decirles: básicamente ustedes están trabajando en sanar un antiguo dolor dentro de ustedes mismos. Si ustedes no son conscientes de esto, pueden fácilmente quedar enredados en problemas de relaciones que pueden ser extremadamente dolorosos.
Especialmente en las relaciones entre hombre y mujer (relaciones amorosas) ustedes con frecuencia tratan de forzar una clase de unidad y de seguridad entre ustedes que se asemeje al estado prístino de unidad que ustedes vagamente recuerdan. Subconscientemente, están tratando de recrear el sentimiento de estar envuelto confortablemente por un manto de amor incondicional y aceptación. Hay un niño dentro de ustedes que está clamando por esa aceptación incondicional. Sin embargo, si este niño en ustedes pone sus brazos alrededor de la parte de niño en su pareja, muy a menudo esto da como resultado un abrazo sofocante que obstruye en ambos la genuina expresión propia.
Lo que sucede es que ustedes se vuelven emocionalmente dependientes y van a necesitar el amor y la aprobación de otra persona para su bienestar. La dependencia siempre crea cuestiones de poder y de control, porque necesitar a alguien es igual a querer controlar su comportamiento. Este es el comienzo de una relación destructiva. Entregar su individualidad en una relación, guiado por un anhelo subconsciente de absoluta unidad, es destructivo para ustedes mismos así como también para la otra persona.
El verdadero amor entre dos personas muestra dos campos de energía que pueden funcionar en completa independencia uno del otro. Cada uno de ellos es una unidad en sí mismo y se conecta con el otro basándose en esa unidad. En las relaciones en las cuales las parejas son dependientes entre sí, encontrarán una disputa no coordinada por la ‘integridad orgánica’: no querer o ser capaz de funcionar sin el otro. Esto conduce a un enredo de energías que pueden ser observadas en el campo áurico como cordones de energía por el cual las parejas se alimentan uno con otro. Ellos se alimentan con las energías aditivas de dependencia y de control. Esta clase de enredo energético indica que ustedes no toman responsabilidad por ustedes mismos, que no afrontan la vieja herida del alma que ustedes tan sólo quieren sanar. Si sólo se hicieran cargo de este dolor más profundo y tomaran responsabilidad, verían que ya no necesitan de algún otro para estar completo y se liberarían del aspecto destructivo de la relación.

Relaciones kármicas

En este contexto, quisiera decir algo acerca de las ‘relaciones kármicas’. Me refiero a relaciones entre personas que se han conocido en otras vidas y que han experimentado intensas emociones con relación a uno y otro. El rasgo característico de una relación kármica es que las parejas llevan dentro emociones irresueltas, tales como culpa, miedo, dependencia, celos, ira o algo similar. Debido a esta ‘carga’ emocional irresuelta, ellos se sienten atraídos uno al otro en otra encarnación.
La finalidad del encuentro reiterado es proveer de una oportunidad para resolver el problema inminente. Esto sucede recreando el mismo problema en un corto período de tiempo. Cuando ellos recién se encuentran, los ‘jugadores’ kármicos sienten un apremiante impulso a estar más cerca uno del otro, y después de algún tiempo ellos comienzan a repetir sus viejos patrones emocionales del rol. Ahora se ha establecido el escenario para enfrentar otra vez los viejos problemas y tal vez manejarlos de un modo más iluminado. El propósito espiritual del encuentro reiterado es que ambos en la pareja hagan otras elecciones diferentes a las que han hecho durante aquella vida anterior.
Voy a dar un ejemplo aquí. Imaginen una mujer quien, en una vida previa, tuvo un marido que era totalmente posesivo y dominante. Por un tiempo ella aceptó esto, pero llegado un cierto punto ella decidió que era suficiente y rompió la relación. Más tarde el marido se suicida. La mujer siente remordimiento. Ella cree que es culpable. ¿No debería ella haberle dado a él otra oportunidad? Ella acarrea este sentimiento de culpa por el resto de su vida.
En otra vida ellos se vuelven a encontrar. Hay una singular atracción entre ellos. Al principio, el hombre es excepcionalmente encantador y ella es el centro de su atención. Él la adora. Comienzan una relación. A partir de entonces él se vuelve cada vez más celoso y posesivo. Él sospecha adulterio por parte de ella. Ella se halla a sí misma en una disputa interior. Ella está enfadada y perturbada a causa de que él la acuse equivocadamente, pero ella también siente una extraña obligación a ser indulgente y a darle a él otra oportunidad. Él es un hombre herido, ella piensa, él no puede ayudar en esto ya que tiene este temor a ser abandonado. Tal vez yo pueda ayudarle a superarlo. Ella justifica su comportamiento de este modo pero en realidad ella permite que sus límites personales sean violados. La relación afecta negativamente su autoestima.
La elección más liberadora para la mujer habría sido ahora romper la relación y seguir su propio camino sin sentirse culpable. El dolor y miedo del marido no son su responsabilidad. El dolor del marido y la sensación de culpa de ella los han llevado a una relación destructiva. Su relación ya estaba cargada emocionalmente a causa de una vida anterior. El significado del encuentro repetido es que la mujer debe aprender a dejar que las cosas prosigan sin sentimientos de culpa y que el hombre debe aprender a sostenerse por sus propios pies emocionalmente. Por lo tanto la única solución real es romper la relación. La solución para el karma de la mujer es finalmente soltar su sensación de culpa. El ‘error’ que ella comete en su vida anterior no fue que ella abandonó a su marido sino que ella se sintió responsable por su suicidio. La partida de su esposa en esta vida confrontaría al marido nuevamente con su propio dolor y temor y esto le ofrecería a él una nueva oportunidad de enfrentar estas emociones en lugar de escapar de ellas.
Pueden reconocer un encuentro kármico por el hecho de que ustedes inmediatamente sienten a la otra persona extrañamente familiar. Con mucha frecuencia también existe una atracción mutua, algo apremiante ‘en el aire’, que los impulsa a estar juntos y a descubrirse. Si se da la oportunidad, esta fuerte atracción puede llegar a convertirse en una relación de amor o en una agobiante ‘pasión’. Las emociones que experimentan pueden ser tan abrumadoras que ustedes piensan que han encontrado a su alma gemela. Sin embargo, las cosas no son como parecen. Siempre habrá problemas en este tipo de relaciones, que tarde o temprano emergerán. A menudo, las parejas terminan involucrándose en un conflicto psicológico que tiene poder, control y dependencia como ingredientes principales. Por esto ellos repiten una tragedia que su subconsciente reconoce de una vida anterior. En una vida pasada ellos podrían haber sido amantes, padre e hijo, jefe y subordinado, u otro tipo de relación. Pero ellos siempre han tocado un profundo dolor interno en el otro, por actos de infidelidad, abuso de poder o, por otro lado, también un fuerte cariño. Ha habido un profundo encuentro emocional entre ellos el cual ha dejado profundas cicatrices y trauma emocional. Es por esto que las fuerzas de atracción así como también la repulsión pueden ser tan violentas cuando ellos se encuentran otra vez en una nueva encarnación.
La invitación espiritual a todas las almas que están energéticamente enredadas de este modo es dejar ir al otro y volverse una ‘entidad en sí misma’, libre e independiente. Las relaciones kármicas como han sido mencionadas aquí casi nunca son relaciones de larga duración, estables, amorosas. Son relaciones destructivas más que sanadoras. Muy frecuentemente, el propósito básico del encuentro es lograr soltarse uno del otro. Esto es algo que podría no haberse hecho en una o más vidas pasadas, pero ahora hay otra oportunidad para liberarse uno al otro en amor.
Si ustedes se hallan en una relación que está caracterizada por emociones intensas, que evoca mucho dolor y aflicción pero de la cual no pueden escaparse, por favor dense cuenta de que nada los obliga a estar con la otra persona. Además, comprendan que esas intensas emociones a menudo están más relacionadas con un dolor profundo que con amor mutuo. La energía del amor es esencialmente calma y pacífica, alegre e inspirante. No es opresiva, agotadora y trágica. Si una relación adquiere este rasgo, es tiempo de soltar más bien que de ‘trabajar en ella’ otra vez.
A veces, ustedes se convencen a ustedes mismos de que tienen que estar juntos porque ‘comparten karma’ y tienen que ‘salir bien de esto juntos’. Ustedes imaginan la ‘naturaleza del karma’ como un argumento para prolongar la relación, mientras que ambos siguen sufriendo inmensamente. En realidad, aquí están tergiversando el concepto de karma. Ustedes no solucionan juntos el karma: el karma es una cosa individual. El karma implicado en relaciones tales como la mencionada anteriormente a menudo requiere que ustedes liberen completamente, que ustedes se retiren de tal relación para poder experimentar que son una totalidad en sí mismo. Nuevamente, resolver karma es algo que ustedes hacen por su propia cuenta. Otra persona puede tocar o disparar algo dentro de ustedes que crea mucho drama entre ustedes. Pero sigue siendo su exclusiva tarea y desafío tratar con su propia herida interior, no con los problemas de la otra persona. Ustedes solamente tienen responsabilidad por ustedes mismos.
Es importante comprender esto porque es una de las principales trampas en las relaciones. Ustedes no son responsables de su pareja y él/ella no es responsable de ustedes. La solución a sus problemas no yace en el comportamiento de la otra persona. A veces están tan conectados al niño interior de su pareja, la parte emocionalmente herida dentro de él/ella, que sienten que ustedes son aquel que lo va a ‘salvar’. O su pareja puede estar tratando de hacer lo mismo con ustedes. Pero esto no va a funcionar. Ustedes estarán reforzando emociones de impotencia y de victimización en la otra persona, mientras que finalmente sería más provechoso si trazasen la línea y se apoyasen a sí mismo. Es su destino ser capaces de sentirse total y completo, enteramente por cuenta propia. Esa es la condición más importante para una relación verdaderamente satisfactoria.

Relaciones Sanadoras

Hay relaciones que son sanadoras y otras que son destructivas. Una característica de las relaciones sanadoras es que las parejas se respetan uno al otro como son, sin tratar de cambiar al otro. Sienten mucho placer en su mutua compañía, pero no se sienten intranquilos, desesperados o solos si el otro no está alrededor. En esta clase de relación, ustedes ofrecen comprensión, apoyo y aliento a su ser amado sin tratar de resolver sus propios problemas. Hay libertad y paz en la relación. Por supuesto, puede haber desacuerdos de vez en cuando, pero las emociones que surgen son efímeras. Ambos en la pareja están preparados para perdonar. Hay una conexión del corazón entre ellos como resultado de lo cual ellos no tomarán las emociones o errores de la otra persona como algo personal. Debido a que no dispara una capa más profunda de dolor, ellos no le dan mucha importancia a eso. Emocionalmente, ambos en la pareja son independientes. Ellos no toman su fuerza y bienestar de la aprobación o de la presencia de su compañero. Él o ella no siente un vacío en su vida sino que agrega algo nuevo y vital.
En una relación sanadora, las parejas pueden también conocerse uno al otro de una o más vidas pasadas. Pero en estos casos, casi nunca hay una carga emocional kármica como se describió anteriormente. Las dos almas pueden haberse conocido en una vida pasada de un modo que fue esencialmente alentador y sustentador. Como amigos, pareja o como padre e hijo, ellos se han reconocido uno al otro como compañeros de alma. Esto crea una unión indisoluble a lo largo de varias vidas.
Les daré otro ejemplo. Un hombre joven crece en una familia pobre en algún lugar en la Edad Media. Él es bondadoso y sensible por naturaleza y no concuerda muy bien con su ambiente. Su familia está formada por gente trabajadora, más bien gente dura que resta importancia a su naturaleza soñadora, ‘poco práctica’. Cuando es adulto entra a un monasterio. Él no es realmente feliz aquí tampoco, porque la vida está estrechamente regulada y hay poca calidez humana o compañerismo entre las personas que viven ahí. Sin embargo hay un hombre que es un poco diferente. Es un sacerdote que tiene un alto rango pero que no tiene aire de autoridad y quien está verdaderamente interesado en él. De vez en cuando él pregunta cómo están yendo las cosas y le asigna varios trabajos placenteros como jardinería. Cada vez que se miran hay entre ellos una sensación de reconocimiento, algo de la misma mentalidad. Hay una conexión silenciosa desde el corazón. Aunque ellos no se encuentran muy a menudo o hablan mucho, el sacerdote es una fuente de esperanza y de aliento para el hombre joven.
En una vida posterior este hombre es una mujer. Una vez más, ella tiene una naturaleza bondadosa y soñadora. Ella tiene dificultades en sostenerse por sí misma. Cuando es adulta ella se empantana en un matrimonio con un hombre que es autoritario y dominante. Al principio, ella se vio cautivada por su notable, poderoso carisma, pero más tarde se da cuenta de cómo su autoridad la limita y la oprime. Sin embargo, es muy difícil para ella poder liberarse de él. En su trabajo a veces ella habla del tema con un colega, un hombre algo mayor que ella. Él la alienta a sostenerse por sí misma y a permanecer fiel a sus propias necesidades. Cada vez que ella habla con él, ella intuitivamente sabe que él tiene razón. Luego, después de un gran conflicto interno, ella se divorcia de su marido. El contacto con su colega cambia ahora. Ella siente cariño por él. Él resulta ser soltero. Ella se siente tan cómoda con él que parece como si se conocieran desde hace siglos. Ellos comienzan una relación que es amorosa, relajada y alentadora para ambos. La simpatía que estuvo fluyendo entre ellos en una vida anterior ahora toma forma como una relación satisfactoria entre un hombre y su esposa.
Esta es una relación sanadora. La mujer ha tomado una decisión esencial al dejar a su marido y al elegir por ella misma. Con esto ella ha afirmado su independencia emocional. Esto ha creado las bases para una relación amorosa bien equilibrada con un alma conveniente.

Almas gemelas

Llegado a este punto quisiera decir algo sobre el concepto de almas gemelas, probablemente familiar para ustedes. La idea de almas gemelas ejerce una fuerte atracción sobre ustedes. Sin embargo, es potencialmente muy peligrosa, porque puede ser interpretada de tal modo que, en lugar de resolverlo, refuerza el dolor del nacimiento y la dependencia emocional en cada uno de ustedes. Esto sucede cuando ustedes conciben el concepto de almas gemelas de tal modo que hay otra persona que se adapta perfectamente a ustedes y los hace ‘completos’. Este es el concepto de alma gemela como su ‘otra mitad’. Entonces ustedes asumen que la unidad y la seguridad que están anhelando tan profundamente la hallarán en alguien más, quien es la pareja perfecta para ustedes.
De acuerdo con esta noción ‘inmadura’ de almas gemelas, las almas son consideradas ser dos mitades que juntas componen una unidad. Usualmente las dos mitades son respectivamente masculina y femenina. Entonces, esta noción no sólo sugiere que ustedes son incompletos por sí mismos sino también que ustedes son esencialmente ‘masculino’ o ‘femenino’. Ustedes probablemente pueden ver que esta noción de almas gemelas no es saludable o sanadora desde un punto de vista espiritual. Los hace dependientes de algo fuera de ustedes. Niega su origen divino, el cual implica que ustedes son TODO, masculino y femenino, y que ustedes son totales y completos por sí mismos. Esto crea toda clase de ilusiones que los llevan lejos del hogar. Y por ‘hogar’ quiero decir su propio ser, la divinidad de su ‘yo-idad’. Ningún alma es considerada ser la mitad de alguien más.
Las almas gemelas existen, y ellas son literalmente lo que la palabra implica: son gemelas. Son almas con el mismo ‘tono de sentimiento’ o vibración, o ustedes podrían decir con el mismo tiempo de nacimiento, como es el caso de los gemelos biológicos. El tiempo particular del nacimiento, este momento único en el tiempo y en el espacio, contribuye a un tono de sentimiento cargado singularmente dentro de las almas que llegan a la vida. Ellas no son dependientes una de otra de ninguna manera. Ellas no son ni masculina ni femenina. Pero ciertamente están sintonizadas una con otra, como espíritus parientes.
¿Cuál es la razón para la creación de almas gemelas? ¿Por qué existen? Ah… ustedes suelen pensar que la razón de ser de algo es el proceso de aprendizaje que realiza. Pero este no es el caso de las almas gemelas. La razón para la existencia de almas gemelas no es aprender algo. El propósito es simplemente alegría y creatividad. Las almas gemelas no tienen una función dentro de la dualidad. Ustedes encontrarán a su alma gemela cuando estén trascendiendo la dualidad, cuando se identifiquen a sí mismos nuevamente con el Dios dentro de ustedes mismos, quien es total y entero y quien es capaz de tomar cualquier forma o apariencia. Las almas gemelas se encuentran nuevamente en su viaje de vuelta a casa.
Permítanos por un momento regresar al comienzo del viaje. En el momento en que ustedes dejaron el estado de unidad y pasaron a ser un individuo, ustedes entraron a la dualidad. De repente hay oscuridad y luz, grande y pequeño, enfermo y sano, etcétera. La realidad se disocia. Ustedes ya no tienen más un marco de referencia para quienes ustedes realmente son. Al principio, ustedes tomaron su identidad de ‘ser-parte-de-una-totalidad’. Ahora, ustedes son una parte aislada que se ha soltado de la totalidad. Pero sin su conocimiento consciente, alguien los acompaña, alguien que es igual a ustedes, que se asemeja a ustedes tan exactamente como nada podría hacerlo. Ustedes ocuparon ‘el mismo espacio’ en el manto de la unidad, tan cerca uno de otro que ustedes no supieron que eran dos hasta que nacieron. Lo que los conecta a ustedes dos es algo que está más allá de la dualidad, algo que precede a la historia de la dualidad. Es difícil poner esto en palabras adecuadamente, porque desafía sus definiciones usuales de identidad, en la cual ustedes o son uno o son dos y no pueden ser ambos al mismo tiempo.
Ahora, ustedes dos estuvieron emprendiendo un viaje, un largo viaje, a lo largo de muchas experiencias. Ambos han experimentado los extremos de la dualidad, descubrir gradualmente que su esencia no yace en la dualidad sino fuera de ella, en algo que la sustenta. Tan pronto como ustedes se vuelven profundamente conscientes de esta unidad implícita, comienza su viaje de retorno. Poco a poco se sienten menos atados a las cosas externas tales como el poder, la fama, el dinero o el prestigio. Comprenden más y más que la clave no es lo que experimentan sino cómo lo experimentan. Ustedes crean su propia felicidad o miseria con su propio estado de consciencia. Están descubriendo el poder de su propia consciencia.
Una vez que hayan pasado por todos los altos y bajos de la dualidad, llegará un momento en el que se encontrarán con su alma gemela. En la energía y en la apariencia de su alma gemela ustedes reconocen una parte muy profunda de ustedes mismos, su esencia más allá de la dualidad, y por este verdadero reconocimiento comienzan a comprenderse mejor y se vuelven conscientes de quiénes realmente son. Su gemelo es un marco de referencia para ustedes, que los lleva fuera de las creencias limitadas que los alimentaron y que fueron asimiladas por ustedes en esta vida y en vidas anteriores. Ustedes se liberan a ustedes mismos viendo este reflejo de ustedes en su gemelo, es como un recordatorio y no tiene nada que ver con la dependencia emocional. Encontrarse uno con otro ayuda a cada uno de ustedes a volverse individuos más fuertes y conscientes de sí mismos, expresando su creatividad y amor en la Tierra. Acelera su viaje de retorno ya que los ayuda a elevarse a un nivel superior de unidad mientras conservan y expresan plenamente su yo-idad, su individualidad única.
Finalmente, todos somos uno. Estamos sostenidos por una energía que es universal en todos nosotros. Pero al mismo tiempo, hay individualidad en todos nosotros. El alma gemela es el enlace entre la individualidad y la unidad. Es como un escalón hacia la unidad. Si ustedes se conectan con su alma gemela conscientemente y materialmente, darán lugar a la creación de algo nuevo: una tercer energía nace de la acción combinada. Esa energía siempre ayuda a incrementar la consciencia de unidad a una mayor escala que sólo las dos. Debido a que ellas están en su camino al Hogar, las almas gemelas se sienten inspiradas a anclar las energías de amor y de unidad en la Tierra, y lo hacen de tal manera que concuerda con sus propios talentos y habilidades únicas. De esta manera, el alma gemela ama construir un escalón entre ‘ser uno’ y ‘ser Uno’.
Existe un profundo vínculo interior entre las almas gemelas pero eso no altera el hecho de que ellas son unidades completas por sí mismas. Su unión origina amor y alegría y su encuentro incrementa la creatividad y la autorrealización. Ellos se apoyan uno al otro sin caer en la trampa de la dependencia emocional o de la adicción. El amor entre las almas gemelas no está destinado a hacerlos completos entre sí, sino a crear algo nuevo: en lugar de ser dos volviéndose uno, los dos deberán volverse tres.

2 comentarios:

Crys dijo...

Muy interesante todo lo que has publicado!!!! Beso

Martha dijo...

Gracias! Encontré mucho material interesante, y todo por junto. Capaz que porque hacía mucho que no andaba por acá... ¡Me empaché de temas! Beso!!!