Las personas se la pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que alguien les hizo (o no les hizo). ¡Nadie, nunca jamás te ha ofendido! Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren. Y las expectativas tú las creas con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarios.
Entonces...
"Cuando se considera que alguien es un enemigo al que se detesta, a menudo uno se dice que sería mucho más cómodo que desapareciese. Evidentemente, no llegaremos a matarlo porque nadie se decide tan fácilmente a cometer un asesinato, es demasiado arriesgado. Pero se piensa en esta muerte, se desea…
Pues bien, en este momento, debe saberse que quizás seamos responsables de la muerte de otra persona en el mundo. (...)"
Pues bien, en este momento, debe saberse que quizás seamos responsables de la muerte de otra persona en el mundo. (...)"
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