Llegó el último día del año. "Al fin!", dirán algunos; "¡Qué bárbaro! Cómo pasó de rápido", es el comentario que más se oye. ¿Alguien dirá: "¡Qué pena!"? Vaya uno a saber... Parece que fue ayer que levantamos los ojos al cielo (a la vez que las copas para brindar) y dijimos en silencio: "Señor, que este año que comienza sea mejor que el que se va". Y, a la vez, parece que fue hace añares. Es que así es la vida, a veces pasa rápido, cuando las cosas son buenas; y otras pasa lento, cuando nos viene la mala. Pero una cosa es verdad: Nuestras Esperanzas se renuevan con la llegada del nuevo año. Es como un ritual que se repite una y otra vez, no importa el credo que uno tenga. Mi deseo para todos ustedes es que siempre, siempre, siempre mantengan la Esperanza. Porque lo demás va y viene, pero si uno tiene Esperanza (que es uno de los alter egos de la Fe), siempre se puede seguir, aún cuando las cosas vayan mal y el mundo parezca venirse abajo. Que el Arcángel Miguel nos proteja drante los próximos 365 días. (No olviden usar algo azul). Les dejo un pequeño calendario de regalo. Si pulsan en él, llegan a otro más grande que pueden descargarse en sus PCs, para tenerlo a mano todo el años. Que Él nos bendiga. ¡Feliz Año Nuevo!
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